Sobre el Nuevo Código de Familias en Cuba: ¿Habrá polémica?
No podemos negar que la reforma del Código de Familias ha sido -y es- un tema polémico en la Cuba de hoy. No obstante, forma parte de nuestra cotidianeidad y su debate público se ha hecho más presente en los últimos años.
Una de las cuestiones que más diversidad de criterios trae es el matrimonio igualitario, pero no es la única. La posibilidad de su aprobación en Cuba surgió en el 2018, durante el proceso de reforma constitucional que sucedió en la Isla.
En aquella ocasión este tema causó acaloradas discusiones entre los activistas LGBTI+ y los seguidores de varias denominaciones religiosas. Los adeptos de determinadas religiones cristianas salieron a la defensiva y sus voces se dejaron oír en muchos lugares.
Nuevo Código de Familias, ¿por dónde va el proceso?
Si seguimos el hilo de la reforma al Código de Familias, hace solo unos días el Consejo de Estado nombró a los encargados de redactar su anteproyecto. Estos serán diputados, representantes de organizaciones y académicos especializados en la materia, según informaciones de la Asamblea Nacional.
El cronograma de trabajo establece que el primer borrador debía ser presentado en marzo de este año. Después comenzará la consulta popular, pues de las 70 normas jurídicas actualizadas en la Carta Magna, el nuevo Código de Familias es la única que irá a referendo.
¿Que trae el nuevo Código de Familias?
La espera de esta legislación tiene una poderosa razón: la inclusión del matrimonio igualitario. Pero, ¿acaso es solo eso?
En una sociedad machista como la cubana, arraigadamente patriarcal y heteronormativa, sorprendentemente son muchos los que están de acuerdo con incluir el matrimonio igualitario en nuestra Constitución. ¿Dónde está el problema entonces?
Si lo planteamos así parece muy simple, pero no lo es. El matrimonio es un derecho de la pareja, pero no solo incluye formalizar el vínculo legalmente, es decir, que no es firmar el papel frente al notario o hacer la fiesta y ya.
El derecho al vínculo matrimonial legal entre dos personas trae a su vez otros derechos relacionados: uno de los más polémicos en cuanto al matrimonio entre personas no heterosexuales es, por ejemplo, la adopción.
Esta ampliación del concepto de familia cubana ya trajo en el pasado mucha polémica. Estoy segura que no son pocos los que tienen presente aún aquella campaña ¡con papeles pegados en las puertas de las casas, volantes y manifestaciones! En oposición a una familia cubana con “diseño original”, debía ser “como Dios la creó”.
¿Existe discriminación en Cuba?
La sociedad cubana, como todas, es muy diversa. Pero también, como todas, discrimina a lo diferente o que no cumple los estándares de “lo normal”. Pero un Código de Familias, si quiere ser inclusivo y respetar los derechos de todos, no puede tener discriminación.
Cada cual es libre de pensar o sentir de la manera que le parezca, pero está claro que ejemplos sobran y los vemos a diario, y todos hemos sido cómplices (e incluso víctimas) más de una vez de estas manifestaciones de discriminación, aunque ahora digamos lo contrario.
No son raros ni disimulados los comentarios y chistes aludiendo a la diferencia de raza.
Tampoco disminuyen las bromas sobre las diferentes capacidades o aptitudes y la superioridad v/s inferioridad entre un hombre y una mujer. Y por supuesto, qué decir de las personas que no están catalogadas dentro del patrón cuadrado de la heterosexualidad ¡tienen el bullying asegurado desde tempranas edades!
Entonces nos surgen muchas preguntas, y quizás no podamos llegar a todas sus respuestas en un breve artículo.
¿Qué ha cambiado desde hace unos años para determinar que ahora sí podría aprobarse el matrimonio igualitario? ¿Los sectores más conservadores de la sociedad cubana, entre los que se incluye una parte de la Iglesia cubana, estarán de acuerdo esta vez o su voz influirá más en las decisiones finales del Código de Familias?
¿Tenemos consciencia de lo que significa que una persona no sea libre de casarse con quien quiera o formar una familia de la manera que desee?
¿Por qué seguir prorrogando la aprobación de una ley que solo ampliaría a la familia cubana? ¿Por qué insistir en que el concepto de familia es solo ese que hemos heredado? ¿Por qué pensar que el núcleo familiar se puede constituir de una sola manera?
Cambios en la sociedad cubana
Al parecer el escenario ha cambiado a favor de un Código de Familias cubano más inclusivo. En conversación con el activista Ulises Padrón, este nos comentó que hay un aumento del debate público y social sobre los derechos de las personas con sexualidades diversas desde el 2018.
Esto evidencia un cambio en la sociedad cubana que tiene como raíz el trabajo del CENESEX y otras instituciones que desde el 2011 nuclearon alrededor de sí a activistas y promotores de salud. Estos no solo tocaban la temática del VIH/Sida, sino que abordaban temas como derechos humanos, género y diversidad para provocar este cambio en nuestra sociedad.
No se pueden obviar las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, que desde el 2007 han apoyado todo el debate sobre las sexualidades no heteronormativas y el lugar que ocupan los derechos humanos en la sociedad cubana actual.
El matrimonio igualitario se inserta en este debate, pues se hace necesario un replanteo del tema familia hacia una noción más plural, diversa e inclusiva.
De aprobarse este nuevo Código de Familias , Cuba se convertiría en el sexto país de América Latina en incluir el matrimonio igualitario y rompería con un pasado homófobo desde los círculos legislativos.
Además, acabaría con un modelo biparental basado en género para darle paso a uno social. Este modelo social rechaza la exclusividad de los lazos sanguíneos para establecer una relación familiar. Al mismo tiempo, defiende las capacidades morales y humanas, eliminando prejuicios, mitos y preconcepciones discriminatorias.
Entonces, tenemos que estar muy pendientes de una ley tan esperada y a la vez tan controvertida. La polémica será inevitable y necesaria. Habrá que modificar la visión y apelar a la inclusión para todas las personas con igualdad de derechos ante la ley.
Recordemos antes de decir lo primero que nos venga a la mente o juzgar y censurar, que este Código de Familias no afectará solo a una parte de la población cubana.
En todo caso, es la familia cubana la que ganará con su aprobación. Esa misma familia de la que quizás formamos parte. Esa donde muchas veces no se cumple el arquetipo estricto de mamá, papá y nené, y que quizás incluye a abuela, tía o solo mami o papi.