Clandestina y el gay power
El amor romántico y pasional puede manifestarse de infinitas formas. Negarles a dos seres la capacidad de unir legalmente sus destinos es violar un derecho social, es decirles que su amor es menor al de las otras personas y que no tiene cabida en una sociedad donde lo distinto y diferente se ha venido aceptado en pequeñas dosis a lo largo de los años.
Si bien la nueva Constitución abrió la puerta al concepto de que el matrimonio es la “unión entre dos personas” sin especificar género, todavía queda mucho trecho legal por recorrer aunque no hemos perdido las esperanzas y ambicionamos lo mejor.
En medio de esta efervescencia de amor y legalidad que hoy recorre las calles de la Isla, la marca de ropa cubana, Clandestina, se erige como corajuda defensora de este amor diferente, pero no menos genuino, y lo ha hecho desde la plataforma a la que más le sabe.
Graficando desde el diseño y la moda mensajes a favor de los derechos de la comunidad LGTB, Clandestina se ha convertido en todo un ente activista con sus simpáticos y sugerentes carteles que invitan a la reflexión y a la auto reafirmación.
Orgullo gay y amor del bueno se han unido en la calle Villegas para sacar a la luz, todo lo positivo que Clandestina tiene para ofrecer. Sin dudas, los diseños preferidos han sido “Cuba y el anillo pa´ cuando” y “Lo malo de ser gay es contárselos a los padres” porque, como ellos mismos afirman, en la vida no todo es pan comido.
Para ellos y ellas también diseñaron la campaña Sensitive Enough, “como un modo de graficar esa energía. Porque sentir, ser una persona afectiva, con emociones, puede ser una manera de lucha y de resiliencia”, según afirman en su página.
Con este concepto surgió, asimismo, la Señal Wifi con los colores del arcoíris “porque lo más importante es comunicarlo”. Y, por supuesto, también hicieron otro de sus carteles para el diseño cubano: una familia muy original, que fue todo un éxito, pues logró el apoyo de muchas personas a través de las redes.