
Joe Ferro: “Soy y seré un defensor de la escultura en metal”
Recicla, transforma, relaciona sentidos y objetos en apariencia divorciados. Joe Ferro es un joven artista que ha venido insertando su trabajo dentro del panorama escultórico de la Isla.

Joe Ferro es un joven artista que ha venido insertando su trabajo dentro del panorama escultórico de la Isla. Su obra ha sido premiada en diversas ferias cubanas e internacionales, y su nombre estimado entre lo más prometedor del medio artístico-artesanal.
Se trata de un joven cuya inventiva no sabe de límites. Recicla, transforma, relaciona sentidos y objetos en apariencia divorciados. Le devuelve la utilidad a aquello que parece trash y privilegia el sentido estético en cada pieza. Hemos dialogado con él y aquí te dejamos en síntesis lo que fue una grata conversación.

¿Cómo ha sido tu evolución como artista y de qué manera se refleja en tus piezas?
Creo que mi evolución artística se debe a la propia experiencia creativa, al trabajo como constante en mi vida.
Cuando dejé la universidad para dedicarme a completamente a trabajar no fui entendido por mi familia. Comencé en esto como un obrero más, fui un aprendiz con deseos de superación. Y considero que esto fue lo que me impulsó, lo que hizo que no me detuviera hasta hoy.

«Muchas de mis obras tienen como tema la evolución. Es algo en lo que pienso con cierta recurrencia».
Empecé por dominar la técnica, los distintos modos de trabajar el metal, y una vez lo conseguí pues comencé a pensar más profundamente en lo que deseaba decir, en las ideas que podía expresar desde mis piezas.
En principio, ¿qué cosas motivaron tu trabajo?
Expresar ideas, sentimientos. Llevar ciertas ideas al plano físico. Recrear metáforas.

¿Qué diferencias hay entre el metal y otros materiales nobles? ¿Cómo tributa eso a tu escultura?
Yo tenía una visión muy industrial del metal: estructuras, rejas, ventanas, etc. Eso cambió luego de entrar en la escuela-taller. Allí aprendí los muchos usos que tiene y todas las formas en las que podía explotarlo como recurso.
Cuando logré mi primer volumen en metal me quedé enamorado. Desde entonces, supe que era ese y no otro el material con el cual quería trabajar.
Por otro lado, no considero que el metal sea inexpresivo, todo está en el manejo que se hace del mismo.

¿Cómo ha sido tu inserción en el gremio de artistas-artesanos?
En mi trabajo defiendo, principalmente, dos líneas: las lámparas y las esculturas.
Las lámparas son lo más comercial, aunque no dejan de tener mi sensibilidad. Me identifico mucho con ellas. Las he situado en ferias internacionales y han sido bien recibidas por el público.
De otro lado, con las esculturas he logrado hacer exposiciones. El Fondo de Bienes Culturales me ha tenido en cuenta gracias a ese trabajo y he podido darme a conocer desde ese soporte.
«Las lámparas fueron Premio FIART 2019 en la categoría producto y eso me convenció de seguirlas produciendo.»
Creo que mi carácter está implícito en ambas cosas.

¿En qué condiciones trabajas?
Trabajo solo. A veces está mi hermano que me ayuda en algunas cosas, pero la mayor parte del trabajo lo hago solo en mi taller.
¿Cómo te visualizas de aquí a unos años?
Defendiendo el metal, sin dudas. Tengo claro que soy y seré su fiel defensor de por vida.
Quisiera trabajar en un espacio más grande, que me permita desarrollar el gran formato. Y de ahí a concebir esculturas para el espacio público.