Dos halos solares en la misma semana: ¿qué son y cómo se producen?
Hace solo seis días las redes sociales se llenaban de fotos de un halo solar visible en ciudades de Cuba y Estados Unidos. Hoy, 8 de mayo, el fenómeno se volvió a repetir en la Isla, esta vez con un segundo anillo o arcoíris que se pudo contemplar durante algunos minutos.
Lo curioso del caso es que se trata de un fenómeno poco común, aunque su explicación tiene bases científicas bien comprobadas. La última vez que se produjo uno en Cuba fue el año pasado, en Cárdenas, mientras que en La Habana fue en 2018.
Halo o antelia
Un halo o antelia es un fotometeoro (fenómeno meteorológico visible) que se crea a partir de la reflexión y refracción de la luz sobre partículas de hielo presentes en determinadas nubes.
Para su formación se precisan diferentes factores, como la presencia de cirroestratos, que son nubes con una altura entre 6.000 y 10.000 metros compuestas por cristales de hielo. La luz debe pasar a través de estas partículas de hielo suspendidas, lo que origina un espectro de colores que se forma alrededor del sol o la luna, similar a un arcoíris.
Por lo general los halos son fenómenos poco frecuentes en los trópicos. Se desarrollan mayormente en zonas polares, pues requieren de condiciones específicas como tormenta, mal tiempo o presencia de cirroestratos.
Para culturas ancestrales como los mayas, el halo solar portaba mucho simbolismo. Aunque muchos lo asocian a un ‘mal augurio’ (más aún en estos tiempos, en que nos empeñamos en buscar indicios de la llegada del apocalipsis) lo cierto es que su presencia indicaba la cercanía del solsticio de verano, que se produce el 21 de junio. Además, anunciaba la llegada de las lluvias, fenómeno muy positivo para las cosechas.