Clandestina, del reciclaje a la estética del vintrashe
¡Clandestina! Quién escucha este nombre sabe de qué se está hablando, conoce que en la Habana Vieja se ubica una pequeña tienda que ofrece un servicio público con el sello de 99% diseño cubano.
Idania del Río y Leire Fernández decidieron en el 2013 conceptualizar un proyecto legal que estuviera vinculado al diseño y que tuviera de la función de vender contenidos.
Según nos comentan, “nuestro interés estaba fijado en que las personas cubanas de diferentes clases sociales pudieran acceder a contenidos únicos realizado por diseñadores reconocidos en la Isla, es así que nace la idea sencilla de importar, diseñar y vender t-shirt”.
En febrero de 2015, ambas emprendedoras y clandestinas, lograron ver su sueño hecho realidad; Idania, como artista logra abrir esta especie de galería independiente, autogestionable y autofinanciable en la que todo tipo de público asiste para adquirir ropa, objetos, útiles, entre otros productos que ofrecen.
Sus primeros trabajos tuvieron el apoyo de sus amigos diseñadores como Giselle Monzón, RAUPA, MOLA, Nelson Ponce, Gabriel Lara, etc., y, apoyan la idea artistas de la plástica como las hermanas Greta y Gabriela Reyna. Asimismo, el proyecto logró tener colaboración con el espacio cultural de Fábrica de Arte Cubano.
Clandestina, nombre que proviene de clan, de comunidad, de algo subversivo…, según nos dicen “nos gustó mucho ponerle ese nombre, pues somos o fuimos clandestinos; nos parece súper bien mantener un espíritu de clandestinaje”. Clandestina, porque, como un grupo de “encubiertos” asaltan las tiendas de reciclaje (tener en cuenta de que los materiales empleados son un 80% reciclados) para luego hacer sus producciones originales en sus talleres.