Tips para combatir el estrés y la ansiedad en los últimos días de cuarentena
La pandemia ha puesto en crisis la vida a la que estábamos acostumbrados. Lo cotidiano se ha transformado, y ha traído rupturas a nuestros hábitos y ritmos de vida. Estas circunstancias se viven con un gran estrés y carga emocional por la amenaza de lo desconocido, lo que demanda que se reestructuren los conocimientos y experiencias previas hacia el aprendizaje de nuevos comportamientos.
Sin embargo, es precisamente en las situaciones de crisis que se amplían las posibilidades para que se produzca cualquier tipo de cambio.
Te sugerimos algunos tips para combatir el estrés y la ansiedad en estos últimos días de cuarentena:
- Crea un calendario de actividades como propuesta para tus acciones diarias. Puedes dividirlo en horarios de mañana, tarde y noche. No fuerces tu tiempo en realizar muchas cosas a la vez, ni tampoco dejes de hacer una de ellas si tienes la oportunidad. Evalúa las que pudieran ser más atractivas para ti o te hagan intentar crear algo nuevo. Es el momento de proponerte retos y explorarte a ti mismo.
- Aprovecha para leer algún libro que tenías pendiente. Si no tienes ninguno en mente, te recomendamos Vale la Pena (2011), de Manuel Calviño, disponible gratis online. Estos momentos pueden ser útiles para dedicar tiempo a conocerte a ti mismo y apoyarte en lecturas que te ayuden a reflexionar sobre tu mundo interior.
- Elige una rutina de ejercicios físicos. Si eres nuevo o lo habías dejado, es buen momento para retomarlo y mantenerlo. Ayuda a nuestro organismo a liberar neurotransmisores cerebrales que son beneficiosos para la salud física y mental, como dopamina, glutamato, noradrenalina y serotonina. En general, sus funciones favorecen el funcionamiento intelectual; combaten el estrés, la depresión y la ansiedad; mejoran la conciliación y calidad del sueño y fortalecen el sistema osteomuscular.
- Escucha música. Es una buena herramienta para mejorar el estado emocional, siempre y cuando se escuche la música correcta durante cada estado de ánimo. Tu cerebro responde en dependencia del sonido, así que piensa en la música que consideres que te pueda ayudar. Puedes experimentar mientras preparas el desayuno o esperas el atardecer.
- Canta. Es un buen momento para favorecer nuestro cuerpo y mente a través de la segregación de hormonas como las endorfinas, que producen una sensación de bienestar y pueden expresar euforia cuando se producen en grandes cantidades por el organismo. Si la distancia no lo permite, siempre puedes compartir tu canción con alguien mientras lo llamas o le envías un audio por WhatsApp.
- Baila. No solo mejoras el funcionamiento de los aparatos respiratorios, circulatorios y óseos, además te beneficias a nivel psicológico y emocional. Es una buena forma de conectar contigo mismo y de liberar emociones que pudieras estar reprimiendo. Es una actividad que puede ser compartida en familia con la distancia requerida, o incluso a través de un video en la distancia.
- Escribe a puño y letra. Puede llegar a ser un modo insustituible de entender y procesar tu vida en las situaciones actuales. Haz una especie de diario temporal que compartas contigo mismo. La escritura terapéutica puede ser un medio para articular los sentimientos no expresados o inexplorados. No se trata de demostrar habilidades literarias, sino de expresar de forma silenciosa, pero significativa, aquellos aspectos que no conoces sobre ti mismo o que no puedes estructurar en voz alta.
- Dibuja sobre papel o cualquier superficie que te permita expresarte. Puede ser una forma de manifestar sentimientos y pensamientos. La concentración que requiere esta actividad permite que se logre un estado de fluidez que a su vez te hace olvidar el tiempo transcurrido y mejora tus habilidades.
- Haz tu diario fotográfico. La fotografía es un catalizador visual de emociones, recuerdos y anhelos. Captura imágenes de objetos, formas o personas que te parezcan significativas. Por otra parte, los álbumes familiares pueden consolidar los vínculos dentro de casa y propiciar que se evoquen buenas vivencias y emociones.
- Practica técnicas de relajación. Te proponemos enfocarte en respirar adecuadamente, aunque existen otras formas como la relajación muscular progresiva y la meditación. En situaciones de estrés, el organismo necesita más oxígeno y la respiración se acelera. Se recomienda realizar entre 5 y 10 inspiraciones y expiraciones abdominales, de forma lenta y profunda desde el diafragma. Toma aire por la nariz y expúlsalo por la boca, y céntrate en vaciar los pulmones antes de inspirar de nuevo.
- Prueba nuevas recetas, solo o en familia. Puede que el plato no quede exactamente igual al que tenías en mente o que no lo consigas desde la primera ocasión, pero esa es la esencia: aprender a combinar nuevos alimentos y experimentar con distintas texturas para provocar nuevos sabores. Además, puede ser divertido y enriquecedor cocinar en familia para favorecer la cooperación y comunicación de todos.
- No esperes para tener una cita, quedar con los amigos o la familia. Hay variantes que puedes emplear a través de las redes sociales como compartir una experiencia con un ser querido mientras hacen café o té en conjunto. Puedes compartir tantos sonidos, imágenes y experiencias en paralelo como tu imaginación pueda crear.
No limites tu creatividad. Encuentra más actividades que puedan proporcionarte bienestar y crecimiento interior. Valora lo que está en tus manos ahora, para que sepas vivir con mayor compromiso e intensidad después.