Sí, soy una hija de mi madre
Edith Massola no puede esconder detrás de la imagen de mujer de éxito, que a veces impresiona, sus ojos de madre amorosa, de mujer dedicada a su familia.
Este Día de las Madres, VISTAR decidió conversar con la actriz y su hija Paula en Camila’s Photo Studio hasta donde fuimos para la sesión de fotos. Así nos hicimos parte de la campaña Sí, soy una hija de mi madre que la marca de bebidas Baileys realiza para homenajear a las madres, en la voz de todas las hijas que se sienten orgullosas y viceversa.
Edith Massola agregó a una casa llena de mujeres, dos más: sus hijas Natalia y Paula. Para esta cubana tampoco ha sido fácil el trabajo diario de ser mamá, pero se siente satisfecha de ver en lo que se han convertido dos seres que nacieron de su interior.
Cuando su hija mayor, Natalia, tenía 10 años, Edith comenzó de nuevo todo el proceso, al asumir ser madre por segunda vez. Ni tener que lidiar con una prediabetes gestacional, con la presión alta o la hinchazón en los pies le importó. Tuvo que reestructurar su vida para arrancar de nuevo, pero a estas alturas solo lamenta que no hubiera durado más la infancia de sus hijas para tenerlas por más tiempo cerquita.
“Ella es como todas las madres, con sus regaños y sus llamados de atención”, cuenta Paula, mientras Edith afirma que a veces cree haber dejado tirado el “Manual de Madre” porque es muy cierto eso que dicen que los problemas crecen a la par de los hijos.
“Mis hijas son diferentes, pero yo estoy muy contenta con sus resultados. Ellas eligieron lo que quisieron ser, no les impuse nada, ellas solas eligieron el camino y eso siempre es un premio como madre”.
Como mujeres independientes y con mucho trabajo, aprovechan el tiempo de estar en casa juntas y ahí es cuando empieza una rutina de madre-hija, como cualquier otra. “Paula siempre tiene una respuesta para todo”, dice mamá, “ella no tiene mucha paciencia conmigo y explota con facilidad”, dice la hija.
Paula y Edith han coincido muchas veces en trabajos, pero casi nunca en la misma escena. Edith fue fundadora de Lucas, ahí la vimos embarazada y con Paula recién nacida, y hoy la hija conduce el programa. Para este julio saldrá al aire la serie De amores y esperanzas en la que actúan las dos.
Amar a nuestra madre y creer que es la mejor del mundo es algo inevitable. “Mi mamá siempre ha estado ahí, no me la imagino de otra manera, ni le cambiaría nada”, afirma Paula.
“Mis hijas pueden ser a veces malcriadas, contestonas, regadas, pero estoy especialmente orgullosa de ellas porque son excelentes seres humanos, son buenas personas”, revela Edith.
Lo que más les gusta hacer juntas es comer. Cada domingo es sagrado y se reúne toda la familia. Después de una semana que les roba tiempo de compartir, ese es el día de estar juntas.
Este último domingo fue uno muy especial, perfecto para sentirse una vez más orgullosas mamás y orgullosas hijas de nuestras madres y celebrar, ¡¿por qué no, con una copa de Baileys?!