Los memes y las redes sociales en Cuba: ¿Cómo comenzó todo?
Los memes figuran como un lenguaje globalizado, propio de esta época. En solo pocos años, con el acceso a la tecnología y el Internet, en Cuba han crecido las comunidades memeras las cuales son muy populares en las redes sociales.
Según un artículo publicado en fonoma.com, en el año 2016 muy pocas personas en Cuba dominaban los códigos memeros, y mucho menos las herramientas para crearlos. Los productores nacionales se recreaban en el abuso de la tipografía de WordArt y utilizaban frases similares a los cartelitos de autoayuda. Esos fueron nuestros primeros pasos.
Por otro lado, como todos sabemos, hace unos años atrás era muy precaria la conexión a Internet. Era necesario comprar una tarjeta de una hora por 4.50 CUC y confluir en un área, preferiblemente un parque o una plaza, donde hubiera conexión Wi-Fi.
Los inicios: comunidades memeras a través de Zapya
La iniciativa de crear una aplicación para compartir memes, que además se obtenía a través de Zapya y se actualizaba constantemente de manera gratuita, tuvo un éxito creciente de seguidores.
El gran impacto de la apk creada por Daykel DFC, diseñador gráfico de Ciego de Ávila, sería lo más llamativo de su propuesta. La misma constituyó una de las primeras alternativas que encontraron jóvenes y adolescentes desconectados para compartir memes por todo el archipiélago cubano.
“La intolerancia no la toleramos”
Fue el inicio de todo. Este joven diseñador avileño, junto a otro de los pioneros de la iniciativa, comenzó a viajar por el país para encontrarse con grupos que consumían los memes de la aplicación. Sin estar real o sistemáticamente conectados a Internet, poco a poco “La intolerancia no la toleramos”o LINLT, se fue convirtiendo en una comunidad de memeros.
Muchas estrategias surgieron a partir de estos encuentros, donde también se nutrían de criterios sobre el matrimonio igualitario, la posible ley de protección animal, los precios y la calidad del acceso a Internet. Siempre tendrían “materia prima” para sus creaciones. Entonces expresiones como “dura Magaly”, “no lo sé Rick, parece falso” o “el que entendió, entendió” comenzarían a formar parte de nuestro día a día en las redes sociales.
Ya en redes sociales: la mudanza a Twitter
De manera orgánica, dice este artículo de fonoma.com, ya como comunidad, la LINLT creó un grupo en Facebook a finales del 2016.
Pero ocurrió algo que los obligó a cambiar: a medida que los memes se volvían más atrevidos, eran bloqueados por las políticas de Facebook. De modo que como estrategia se fueron creando nuevos grupos como LINLT-War, LINLT-Army, LINLT-War Reserva 2.0 y muchos otros con los mismos objetivos.
No es para asombrarse entonces que nuestros memeros al final migraran a Twitter, una red social con menos restricciones al contenido de sus creaciones. No obstante, no abandonaron Facebook de manera definitiva, y es muy común que los usuarios compartan en sus biografías contenido ya posteado en Twitter, además de que existen comunidades de esta social network.
Comunidad memera en Cuba: crecemos y nos multiplicamos
Como es lógico, hoy los grupos de memes y plataformas en las que estos se comparten se han multiplicado. Grupos y canales de Telegram, como el Instituto Cubano del Meme con casi 10 mil seguidores, y los estados de Whatsapp de muchos de nuestros contactos son muestra de ello.
Pero al parecer es Twitter la plataforma más efervescente si de memes cubanos se trata. Entre los memeros que más se destacan por producir contenidos propios, podemos mencionar al propio @daikeldfc92, @SanMemero, @ElCaciqueUrbano y @Ru4KSo. Otras cuentas funcionan como repositorio y se gestionan de forma colectiva como la mencionada @LINLTcu y tambien @YoUsoMiNasobuco.
Son muchos los adjetivos que tiene la manera de generar contenidos e interacciones en estos escenarios. Como común denominador podríamos mencionar la espontaneidad, la jocosidad, el tono obsceno y absurdo de los post.
Los memes y la cultura urbana
Todo esto sin perder de vista que los memes ya forman parte de nuestra cultura urbana, de nuestro ir y venir por las redes. Pues como se ha visto, con especial énfasis en el último año, cualquier hecho ocurrido cada semana se convierte en motivo para exponer comentarios, inconformidades y críticas de una forma grandilocuente e irónica.
Práctica cultural que muchas veces no es comprendida, aceptada y hasta conocida por una parte de los cubanos, pero que no desaparece de nuestro entorno. Mucho menos cuando tiene como fin la reflexión y la risa, elementos esenciales para los cubanos “duros” como Magaly y enfrentar estos tiempos tan difíciles.