Inteligencia artificial en el arte que consumimos
La inteligencia artificial es un concepto que existe desde hace décadas, pero hoy se ha convertido en parte integrante de nuestra vida cotidiana. Este propio artículo fue creado con inteligencia artificial, desde las imágenes hasta los textos.
La inteligencia artificial se usa en todas las esferas de la cultura. De la música al cine, del periodismo a las artes visuales… Es tan sencillo como introducir información en un software. Así podemos ver cómo funciona la inteligencia artificial en la música, las artes visuales, el cine, el periodismo…
Artes visuales
Desde dibujos animados hasta retratos, la inteligencia artificial es capaz de crear resultados increíbles con unos pocos y sencillos pasos.
Podemos utilizarla para crear obras de arte originales, o combinar varias obras y crear resultados visuales sorprendentes.
Uno de los mejores ejemplos de esta tecnología se puede ver en Instagram o Facebook, cuando los usuarios suben sus propias fotos como avatares (la versión digital de sí mismos). En este caso, la foto se convierte en una ilustración con la apariencia de un personaje de dibujos animados en función de lo que hayas elegido (llevar un sombrero, color de la piel, etc.). También podemos crear nuestra propia caricatura utilizando una foto como inspiración.
Música
Cuesta creer que la música ya no sea un empeño exclusivamente humano. Gracias a los avances tecnológicos, ahora podemos crear música con inteligencia artificial.
Desde máquinas y softwares profesionales, o desde la propia PC, un usuario puede crear una pista musical con determinadas características, o incluso con un estilo similar a otra pista musical.
Además, hay muchas plataformas que se dedican a procesos profesionales de remasterización de audios originales. Esto significa que la inteligencia artificial interviene incluso antes de que comience el proceso.
La inteligencia artificial también entra en juego cuando se muestran las recomendaciones de artistas o listas de reproducción… ¡y es una manera estupenda de descubrir nueva música!
Cine
El servicio de streaming es uno de los mejores ejemplos en el caso del cine y la inteligencia artificial. Se basa en big data, o sea, en la recopilación y análisis de los datos de los registros de reproducción, las valoraciones y comentarios de cada usuario sobre lo que ve.
Esta información se procesa para mejorar el propio servicio (por ejemplo, saber cuándo alguien termina de ver una película) o para ofrecer nuevas perspectivas a los anunciantes sobre cómo orientar mejor sus productos (por ejemplo, saber qué tipo de persona ve una película de acción).
Este análisis permite incluso saber, antes del lanzamiento de un producto audiovisual, el posible éxito que tendrá o no. Tan simple como utilizar un algoritmo para establecer el género, actor principal, director, desarrollo de las escenas o participación de un personaje y muchas otras características para asegurar la recepción del público… ¡y eso es sin haber comenzado a rodar ni una sola toma!
Y no podían faltar las nuevas herramientas de generación que ya se usan en la industria del cine para crear desde el guion, hasta la voz o incluso las imágenes que están en la película, el cortometraje, videoclips, etcétera.
Periodismo
El periodismo y la literatura también se valen de la inteligencia artificial. Ya muchos utilizan inteligencia artificial para publicar noticias cortas usando fuentes de datos, por ejemplo del clima, la bolsa de valores, el fútbol…
El uso de la inteligencia artificial aquí, como en los casos anteriores, optimiza el tiempo de creación de contenidos. Por si esto fuera poco, en el caso de la escritura posibilita que no haya errores en la redacción o la ortografía.
El análisis de los usuarios/lectores también es un recurso vital, pues asegura la preferencia por un contenido u otro, y por supuesto su futuro consumo una vez que el texto se publique.
La otra cara de la moneda
Por supuesto, no todos están a favor de esta nueva forma de crear. Muchos artistas visuales y músicos buscan una manera de tener una mejor legislación para las obras de los artistas, sin dejar de usar los beneficios de la inteligencia artificial. Apelan al copyright para tratar de regular la manera a la que se accede a contenidos originales publicados en la web.
El problema radica en que una vez que un contenido se sube a internet, cualquiera puede tener acceso a él. Es tan sencillo que, por ejempo, para tener una imagen de una obra de arte de cualquier artista basta con descargarla de una página en la que el propio artista la haya puesto… o simplemente hacer un screenshot.
Opiniones diversas
Aunque quisiéramos evitarlo, todos somos parte ya del metaverso.
Nuestros datos, lo que consumimos, lo que vemos, lo que buscamos en Google, nuestras preferencias… todo eso es nuestra información, y esa información es pública. Es decir, que la inteligencia artificial se nutre de todo lo que aparece en internet, incluidos nosotros.
Quizás la respuesta esté en aprender a convivir con ella, en buscar nuevas maneras de interacción, o nuevas leyes o mecanismos que regulen su uso. El desafío también puede estar en lo que significa crear y ser un creador… habrá que esperar para ver cómo avanza esta historia.