Yuko Fong, una artista apasionada por el «folclor universal»
Yuko Fong es una mujer de mundo. Nació en Japón, estudió en los Estados Unidos y España, y vive en Cuba hace más de veinte años. Resultado de los procesos artísticos de muchas regiones, y amante empedernida de la cultura latina y afrocubana, es hoy reconocida como bailarina de danzas folclóricas, cantante y percusionista.
Yuko llegó a la isla para estudiar danza folclórica en el Instituto Superior de Arte. Desde entonces, vive enamorada de la relación cultural que puede establecerse entre identidades distantes a través de un lenguaje común: la creación.
Su trayectoria
No pocos espacios le han recibido desde el año 2000 hasta hoy. Entre ellos una serie de proyectos que la han llevado a descubrirse y probarse en múltiples líneas del arte: desde el rock afrocubano con el conocido Grupo Mezcla -como cantante y corista- pasando por la agrupación femenina Obini Batá -bailarina y percusionista- hasta Rumberos de Cuba, donde se insertó como corista.
Oborozuki, la estética y lo femenino
El año pasado Yuko Fong licenció con la EGREM su última producción discográfica, Habana, novia de mis sueños. Es un proyecto variopinto donde puede percibirse como esencia la diversidad de géneros. Muestra de ello es la canción «Oborozuki» (Luna en la bruma), junto a Rumberos de Cuba y otros geniales artistas como Jorge Reyes y Willian Roblejo. Se trata de un guaguancó sui géneris pero completamente disfrutable. Su video clip, dirigido por Joseph Ros, fue estrenado hace unos días.
En él se trabaja, como propuesta estética, la figura de la mujer en diferentes roles dentro de varias culturas. Sin grandes pretensiones antropológicas, el audiovisual refleja el tema femenino desde el simbolismo, apoyado en una serie de detalles que van desde el vestuario hasta la danza dentro del clip. Esto lo convierte en una pieza de necesaria referencia para pensar desde la visualidad el empoderamiento de la mujer en el contexto social actual.
Para Yuko, «Oborozuki» se ha convertido en un statement del arte que envuelve su nueva etapa musical. La depuración visual y sonora, la mixtura de estilos y los valores folclóricos de todas esas culturas que se reúnen en su experiencia vital, parecen ser las virtudes que esgrime Yuko Fong, una artista única que no deja de sorprendernos para bien.