
Los opinólogos
Hay ciertos oficios que han existido siempre para que la humanidad pueda seguir adelante de la mejor manera posible, como también es cierto que cada época genera nuevas profesiones, nuevos trabajos que vienen a armonizar con las circunstancias y a suplir una necesidad determinada. Algunos son muy comunes y otros casi increíbles, pero todos, a su manera, necesarios, o por lo menos eso parecía antes de que surgiera una de las profesiones más ejercidas en las Redes Sociales, a las cuales debe su origen: La Opinología.

La Opinología no es más (pero muchas veces sí es menos) que el hábito de opinar acerca de cualquier cosa que ande por el ambiente, ya sea una nueva ley, un deporte, un evento meteorológico o político, un género musical, un filme, o incluso el acto mismo de opinar como objeto y sujeto a la vez.
Para ejercerla no es necesario haber estudiado una carrera, incluso, no es necesario haber estudiado nada, lo cual la convierte en una de las pocas profesiones ejercidas mayormente por los que no saben hacerlo. El problema central de la Opinología es simple: hacerse notar. No importa de qué se esté opinando ni la presencia o no de argumentos o pruebas, se trata “simplemente” de decir algo con respecto a algo, y de ser posible tratar de que eso le moleste a los demás porque es la única manera de saber que alguien lo lee.
Las Redes Sociales son el caldo de cultivo ideal para los opinólogos, que pueden dividirse en dos grandes grupos: los que opinan sólo de un tema específico o los que opinan de cualquier cosa. Esta división no crea ningún tipo de jerarquía, de hecho es tan inútil como la propia Opinología, pero al menos se hace para poderlos ubicar de alguna manera. Ahora bien, lo más importante de todo: nunca le lleve la contraria a un opinólogo, recuerde que son personas hechas para opinar, no para dialogar con nadie, sus criterios son “urbi et orbe”, incuestionables, y usted, en el mejor de los casos, siempre va a estar equivocado. Si se cruza con alguno simplemente déjelo pasar, déjelo ser feliz y ya de paso séalo usted también.