
¿Cómo la cuarentena ha cambiado el uso de Internet?

El coronavirus ha puesto patas arriba el mundo, también el ciberespacio. El aumento del uso de Internet ha sido tan vertiginoso en estos meses que incluso importantes compañías como Facebook, Netflix y YouTube tuvieron que disminuir la calidad de sus videos para evitar colapsar.
Según señala un estudio realizado por Hootsuite, el consumo de noticias en directo es el parámetro que más se ha incrementado, creciendo en un 43%. En esta lista -una especie de top de usos de Internet- le siguen ver películas y series, leer las noticias online, mandar mensajes de texto, chatear y usar mensajería instantánea, usar las redes sociales, leer por interés personal, jugar videojuegos y comprar por Internet en los supermercados, en ese orden. Mientras, es curioso apuntar que el informe señala que el tiempo que se dedica a trabajar online ha disminuido un 34%.
A medida que pasamos más tiempo en casa y el aburrimiento comienza a aumentar, Internet sigue siendo la principal vía para encontrar formas de entretenimiento. Un ejemplo es el aumento de las descargas de videos de meditación y de fitness, que solo en YouTube han aumentado en más de un 50%, según Hootsuite. La popularidad de los vídeos en streaming también ha aumentado, sobre todo de música y deporte, dado que el 50% de la Generación Z y los Millennials están interesados en este tipo de transmisiones en directo.
Caso cubano
Para muchos cubanos, el teletrabajo era una práctica poco popular antes de la llegada de la cuarentena. Sin embargo, la actual situación ha provocado que muchos se vean obligados a trabajar desde sus hogares a través de Internet. Esto no solo ha afectado a trabajadores, sino también a dueños de negocios, quienes han trasladado sus comercios al mundo digital, brindando servicios online.
Otra peculiaridad que ha tenido el uso de Internet durante estos tiempos en Cuba está estrechamente relacionada con las tarifas de ETECSA. Hace unas semanas esta empresa anunció que en el horario comprendido entre la 1 am y las 6 am, las tasas se reducían a la mitad, lo que implica que los megas gastados son la mitad del consumo real. Esto ha llevado a muchos a trasladar su horario de consumo de Internet a la madrugada, lo que también ha afectado el resto de sus actividades durante el día.
Tendencias que se están popularizando con las redes sociales esta cuarentena
El ciberespacio es capaz de acoger muchos otros aspectos de nuestras vidas y durante esta cuarentena lo hemos presenciado como nunca antes. Los habituales memes y selfies se han incrementado, no solo como una manera de compartir cualquier contenido de entretenimiento, sino también como una manera de hacer activismo desde el humor (memes) o apropiándonos de los mensajes y haciéndolos más personales (selfies).
El tiempo de confinamiento ha hecho a muchos replantearse cómo aprovechan su propio tiempo y espacio. Una de las tendencias por estos días es el ansiado «mundo exterior». De ahí se derivan muchas iniciativas como cultivar en casa, ver los atardeceres/aguaceros/lunas llenas como el mejor espectáculo desde nuestra ventana, o preocuparnos un poco más sobre nuestra incidencia en la salud del ambiente.
Nuestra computadora, teléfono móvil y cualquier dispositivo para conectarnos a Internet ha cobrado mayor relevancia que nunca. Sn dudas, para muchos es su única conexión con los demás. En las casas, el tiempo con nuestros seres queridos, con nuestra mascota, se ha vuelto zona de confort y lugar donde nos sentimos seguros.
Mientras tanto, son muchos los que regalan este tiempo a la creatividad: el dibujo, la escritura, el baile… son algunas de los nuevos hobbies que tomamos muy en serio para liberar nuestro espíritu creativo estos días.
También es tendencia los mensajes de apoyo y reflexiones existenciales compartidas en las redes. Algunas personas han sentido que el confinamiento ha cambiado sus prioridades de vida para demostrarles lo realmente importante.
Y a pesar de que muchos lugares del mundo trabajan en base de volver pronto a la normalidad, todavía el coronavirus dará de qué hablar. Nuestros nuevos usos de las redes sociales solo muestran un primer capítulo de lo que promete ser un futuro casi enteramente virtual.