López-Nussa, un concierto de familia
Es un privilegio verlos tocar juntos. No pasa mucho por sus compromisos personales de trabajo. Pero cuando se juntan una magia inexplicable sucede en el escenario.
A lleno total la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, fue testigo de una maestría a piano y batería con Ernán, Ruy, Harold y Ruy Adrián López-Nussa, a las que se unieron los siempre inspiradores Maykel González en la trompeta y Julio César González en el bajo.
Entre ellos confluyen dos generaciones: padre y tío, e hijos y sobrinos. Un diálogo que regala un balance entre madurez y explosividad que el público agradeció. Una noche de disfrute pleno de la técnica y la fluidez de la música desde patrones e influencias diferentes.
Asegura Harold que su tío Ernán y su papá Ruy son sus referentes, pero “nos dan un espacio muy amplio para crear, y siempre están dispuestos a escuchar lo que tenemos que decir, incluso a cambiar preceptos que ellos tienen ya con la música”.
Fue una noche donde se tocaron las principales piezas del repertorio de cada uno. Hubo derroche de virtuosismo y lirismo en cada nota. Se lucieron cada cual en su estilo.
Especiales los momentos de un tema a cuatro manos en piano de Ernán y Harold, un divertimento en solitario de Ruy Adrián al que se unió la maestría de su papá Ruy. Y, por supuesto, la trompeta precisa y virtuosa de Maykel y el bajo de Julio César.
Lástima que haya sido un solo concierto, un solo programa. Muchos nos quedamos con ganas de ver más de esta dinastía musical cubana que marca pautas. Bravo, López-Nussa.