Eloy Machado, el poeta de la rumba nos dejó una obra para atesorar
Eloy Machado, El poeta de la rumba, El Ambia…cualquiera de estos nombres habla del mismo hombre, ese que falleció hace apenas un día en La Habana, su ciudad natal. Recordado por muchos a causa de “La Peña del Ambia”, un espacio del que fue creador y el cual sobrevivió en el patio de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) desde el año 1985 hasta nuestros días.
A sus 78 años Eloy Machado fallece, pero su popular y valiosa obra poética queda legada no solo a la literatura, sino también a la música que lo acompañaba. Grandes exponentes de la cultura cubana le declararon su admiración. El epíteto de El poeta de la rumba fue dado por Rogelio Martínez Furé, excelente escritor y estudioso de la música en nuestro país.
Su sentimiento compartido entre la poesía y la rumba se terminaron volviendo una sola entidad artística, dejando a la cultura de la Isla una herencia de tradiciones populares y urbanas. Sobre estas pasiones que lo acompañaban Eloy Machado comentó en una ocasión:
“La rumba es amor, el sentimiento sonoro del marginal del solar, el cariño cuya génesis está en la pobreza y tiene una raíz no casual, que se expresó en sus inicios tocando en escaparates, cajones, cazuelas y sillas”
Su obra se incluye en antologías internacionales y del Caribe, además de contar con un buen número de poemarios publicados en nuestro país, entre los que se encuentran Callejón del suspiro en 1993, Soy todo en 1999 y Poemas ocasionales en 2005.