
Diego El Cigala: La Habana significa más emoción
Diego El Cigala, la voz herida del flamenco, está en Cuba para promocionar su última aventura. Se trata de un viaje por la música salsa, desde su nacimiento hasta su aparente ocaso, sin dejar de cantar como él sabe.

En el 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano estrenaron Indestructible, largometraje dirigido por el español David Pareja, que documenta el proceso de realización del disco de igual nombre, nominado a los Grammy en Mejor Álbum Tropical.
“Es una obra donde hay mucha verdad, mucho amor por la música”, dice el cantaor, conocido por tender puentes entre el flamenco y ritmos latinos como el bolero o el tango.

Para él, Indestructible ha sido un viaje “de alegría, muchos llantos, todo se empezaba a mezclar, a liar la madeja, y era una emoción continua”. La idea de ponerlo junto a leyendas como Los Muñequitos de Matanzas, Oscar de León, Gonzalo Rubalcaba, la Fania All Stars, y La Sonora Ponceña, fue de su esposa Amparo Fernández, fallecida en 2015.
“Tenía un deuda con ella”, reconoce. Por eso viajó a La Habana donde bebió los orígenes del género. Luego recorrió Colombia, Nueva York, Miami, Puerto Rico.

No es la primera vez que El Cigala se acerca a Cuba. En 2003 lanzó el CD Lágrimas Negras, junto a Bebo Valdés. Además, son frecuentes las colaboraciones de artistas de la Isla en sus proyectos, entre ellos la diva Omara Portuondo.
“Con esa plenitud, tanta vivencia a sus 87, y cantar como lo hace. Las giras con ella son ratos de aprender y aprender. Ojalá puedo llegar yo también a esa edad, y cantar así”.

“Quiero muchísimo a Cuba, desde hace años, desde mis primeros contactos con mi querido Bebo Valdés. La Habana significa más emoción cada vez que vengo. Es bello que me paren en la calle y digan: ‘Diego, cuánto te queremos y amamos tu música’. Aquí hay soneros, trovadores, la rumba, y si mezclas todo eso seguro te va a salir un coctel magnífico”.