VISTAR Magazine N.36 X Alfonso
VISTAR Magazine N 36 X Alfonso
Carta del Director
Vistar Magazine… imagínatela impresa. Ese fue nuestro lema desde los inicios. Ver este sueño realizado me pone a pensar: ¿nos demoramos demasiado o es verdad que todo llega en su momento?
Esta edición es especial, y no solo por ser impresa. La magia y la buena energía que traemos en el 2017 nos hacen posible mirar más allá de los muros, los platónicos y los que están por construirse.
Gracias, muchas gracias a X Alfonso y su familia por haber confiado nuevamente en nosotros. Por ver lo que nos une, sentir lo que nos mueve y decir lo que nos hiere. Porque la vida nos sorprende con acciones y emociones para las que nunca estaremos preparados.
Les quiero contar esta historia que hace unos días compartí en Facebook.
Un sábado del mes pasado, el Gabo y yo tomamos un taxi desde Línea y F hasta Don Cangrejo. El objetivo era hacer algunas fotos para la revista. En el camino hablamos de todo tipo de cosas con el taxista. El eje principal de la conversación siempre fue la cerveza. Que si caliente, que si no hay, que si las cooperativas… en fin. Cuando nos bajamos, sentí que todo estaba bien.
Al rato me di cuenta de que se me había quedado el celular en el taxi. Llamé varias veces desde otro teléfono y nada. Lo había dado por perdido, e incluso me motivaba la idea de que ahora recuperaría solamente a mis verdaderos contactos y amigos, cuando cerca de las 2 de la madrugada mi hermano llamó al teléfono de Gabo. Le dijo que había hablado con la persona que tenía mi teléfono y que me lo quería devolver.
El hombre (¡el taxista!) había respondido todas las llamadas que me hicieron, tomó los recados e incluso puso a cargar el teléfono. Al día siguiente me lo llevó a mi casa. En cuanto me lo dio me dijo: “Tu papá acaba de llamar que te está esperando en el aeropuerto”. En señal de agradecimiento le regalé dos cajas de cerveza y le volví a rentar el taxi para buscar a mi papá, que ese día llegaba de Miami.
Varios días después Aníbal (que es como se llama) me llamó para felicitarme porque había visto la revista en el Paquete de la semana.
Desde hace algunos años un gran amigo me enseñó a confiar en el mejoramiento humano, y eso hago aunque “nada humano me es ajeno”. Esta historia, la del taxista, ha sido una lección de vida: nunca perder las esperanzas. Eso es algo que me mantiene motivado la mayor parte del tiempo. Por eso y mucho más, gracias, VISTAR.
Robin Pedraja
Director Creativo