Vacío y saturación audiovisual durante (y después de) la pandemia
Las medidas extraordinarias aprobadas, en Cuba y otros países, para hacer frente a la Covid-19, colocaron en situación de crisis la industria audiovisual, tanto en los sectores oficiales, estatales como en los autónomos e independientes, porque tardará meses en normalizarse el mercado laboral y productivo una vez que se ponga fin a la grave situación epidemiológica.
El sector de la producción audiovisual, en cine y televisión, se caracteriza por un ciclo productivo condicionado completamente por el rodaje o grabación, en estudio o exteriores, de modo que se cuentan por decenas las películas o series que debieron interrumpir su realización en la fecha prevista, con vistas a una más que dudosa reanudación cuando lo permitan las circunstancias.
Enorme será el impacto económico que deberán afrontar las grandes productoras y cadenas por la cancelación de proyectos, en los cuales estaban cifradas grandes esperanzas de éxito. Por ello, la coartada más socorrida tiene que ver con la retransmisión de series más o menos antiguas, y con el estreno de los filmes a través de plataformas digitales, con la consiguiente pérdida para los productores. Porque los espectadores se ven sometidos a restricciones de la movilidad, una de las actividades más necesarias viene a ser el acceso a obras atractivas que trasmitan tanto los canales analógicos como las cadenas y plataformas digitales.
Saturación de las carteleras
En otros países, grandes y medianos productores, como Estados Unidos o España, algunas distribuidoras se lanzan a estrenar online sin esperar a la reapertura de los cines, para tratar de paliar el inevitable cuello de botella que seguramente ocurrirá, con los estrenos agolpados cuando la situación se normalice. En ese momento ocurrirá una saturación de las carteleras, puesto que los exhibidores se verán imposibilitados a mantener una película en cartelera el tiempo necesario para que tenga, o no, el éxito deseable.
En España, el número de películas españolas que quedan por estrenar este año rondará el centenar de títulos, y los exhibidores abogan por acelerar la evolución hacia un modelo de exhibición por streaming, sin que ello se vincule a la renuncia a las salas, porque en 2019 se registró el mejor dato de asistencia a cines de los últimos años, y ese auge coincidió con el crecimiento de usuarios en plataformas como Netflix o Filmin.
Además, los productores y exhibidores cinematográficos están tratando de conquistar la futura colaboración de la televisión, privada y pública, para promover la asistencia a las salas, que siguen siendo el lugar donde se determina la futura diseminación de los principales filmes. Mientras todo ello acontece, Matthias & Maxime, el filme más reciente de Xavier Dolan, tuvo un preestreno online en Filmin que alcanzó las mejores cifras de visionado para un estreno en esta plataforma, solo superada por la coreana Parásitos.
Audiovisual cubano también sufre
En Cuba, el ICAIC se vio precisado a cerrar sus cines, de modo que si ya escaseaban los espectadores, la actual situación será como un tiro de gracia al moribundo sistema de exhibición en salas. También fue necesario suspender, hasta nuevo aviso, la producción de los dos proyectos de ficción en perspectiva, es decir, de los nuevos largometrajes de Fernando Pérez y Patricia Ramos. Además, se clausuraron las tesis audiovisuales que realizan todos los años los estudiantes a punto de egresar de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales (FAMCA) y de la Escuela Internacional de Cine y TV (EICTV), de San Antonio de los Baños.
Y hasta el Paquete Audiovisual está padeciendo el embate. Programas estelares como el español Tu cara me suena se ha visto interrumpido en plena temporada, mientras los miles de aficionados cubanos lo solicitan en vano a sus suministradores. Además, la telenovela colombiana Enfermeras, una de las mejores que estaban apareciendo en su correspondiente carpeta del Paquete, también dejó de salir al aire, y por tanto se interrumpió su llegada a Cuba, en plena efervescencia. Quedaron en suspenso, como tantas otras cosas, los amores entre la enfermera María Clara y el doctor Carlos Pérez.