Títulos que no te puedes perder en el Festival 41 del Nuevo Cine Latinoamericano
A pocos días para el arranque del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, entre los próximos 5 y 15 de diciembre, el público pide en las redes sociales el programa del evento. Todos desean elaborar su propio cronograma para ver la mayor cantidad de pelis posibles o simplemente disfrutar de algunas que añoramos desde hace tiempo.
Mientras los organizadores continúan trabajando en ello, VISTAR conversó con el joven cineasta cubano Carlos Lechuga sobre los filmes que en su opinión no debemos dejar de ver y las razones de su selección. Una suerte de guía para cazar algunas de las proyecciones más atinadas del Festival de La Habana.
La vida invisible de Eurídice Gusmão, dirigida por Karim Aïnouz, es la primera en la lista que propone Lechuga. “Esta película brasileña fue premiada en Cannes y es una gran oportunidad para ver lo nuevo del director de Madame Sata. Karim Ainouz es de los genios del nuevo cine brasileño. Y una de las sensibilidades más delicadas del momento. Con una factura impecable y centrada en la vida de dos mujeres”, nos argumenta el director, quien además concursa en el festival, con su corto Generación, donde comparte crédito con Marco A. Castillo.
Bacurau, de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, es el segundo filme sugerido por el realizador audiovisual. Carlos cuenta que “después de El sonido alrededor y Aquarius, Kleber Mendonça se ha convertido en uno de mis directores latinoamericanos preferidos. Perseguido por Bolsonaro, este atípico western brasileño también estuvo en Cannes y es de las películas más esperadas. Desde su estreno en Brasil lleva varias semanas en cartelera sin ser destronada”, nos relata el joven director.
En el tercer escaño del playlist cinematográfico, Carlos coloca Así habló el cambista, de Federico Veiroj. El creador nos expresa que “Federico es de los directores del cine uruguayo que siempre sorprende. De una manera sencilla y con ciertos toques de humor sabe retratar muy bien al ser humano. Esta película comenzó su recorrido en el Festival de Toronto. Una oportunidad de ver nuevo cine uruguayo”, nos comenta el artista.
Un lugar especial en el inventario del director de Santa y Andrés y Melaza, lo ocupa A media voz, de Patricia Pérez y Heidi Hassan. “La película que más ganas tengo de ver durante el Festival”, nos confiesa. “Las dos realizadoras cubanas que viven en el exilio se valen de mucho material de archivo para contar una relación de amistad y diáspora. Imperdible. Patricia Pérez es la creadora de un corto de culto que se llama Hay que saltar del lecho y su amiga Heidi de Tierra roja y Otra isla. Dos realizadoras cubanas bien interesantes. Después de, De cierta manera, para el cine hecho por mujeres, esta película es una obra de gran altura”, detalla el agudo autor.
Agosto, de Armando Capó, es “la ópera prima de un grande del documental cubano que se pasa a la ficción. 1994. Balseros. La oportunidad de descubrir nuevos actores y de ver a Felito Lahera con Lola Amores”, nos adelanta Lechuga, de la obra que concursa por el Coral en Ópera Prima y que toca la crisis de agosto de 1994 que vivimos los cubanos.
La recomendación a no perdernos Nuestras madres, de César Díaz, la realiza el joven cubano, argumentando que la peli fue “Cámara de Oro en Cannes. César es un hombre de cine, colaborador de Jayro Bustamante. De la nueva ola del cine guatemalteco”, nos actualiza.
El cineasta nos invita también a ver Ema, del director chileno Pablo Larraín, simplemente “porque es Pablo Larraín”, sentencia. Una película que podremos encontrar en la sección de Galas, fuera del concurso del festival.
La coproducción cubano-mexicana de ficción, La espuma de los días, de Fernando Timossi, es otro de los largos a perseguir en la 41 edición del encuentro de cine latinoamericano. Para Lechuga, “Timossi es un realizador muy interesante y desde hace mucho el público cubano estaba esperando esta película. De esos realizadores que uno tiene muchas ganas de ver más cosas de él”, nos asevera.
“Alejandro Alonso se ha convertido en un rara avis del cine cubano. Un hombre orquesta que hace de todo. Un solitario. Un artesano. Aún no lo valoran lo suficiente. Pero se merece más. Imperdible”, nos advierte Carlos Lechuga sobre Home, un documental de Alejandro Alonso.
Para nuestro entrevistado, no podemos perder de vista el corto de ficción, El secadero, de Jose Luis Aparicio, inserto en las obras fuera de concurso. Al respecto nos señala a modo de argumentación que “Jose Luis Aparicio es la voz más importante de su generación. De una manera fresca y amena cita a Tarantino y juega con el neo noir. Una película que acaba con la definición de macho. Tumba miles de mitos y al mismo tiempo nos divierte. Eduardo Martínez está de Oscar”, nos indica Lechuga.
Dentro del espacio dedicado al cine español, podemos encontrar Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar. Una de las especialísimas recomendaciones que nos hace el cineasta, al comentar que la pieza cuenta “con guion del cubano Alejandro Hernández. Esta película es de las más esperadas. Una oportunidad de reencontrarnos con Amenábar. Gracias a este director me decidí a estudiar más en serio el cine”, nos revela el apasionado cineasta.
La virgen de agosto, de Jonás Trueba, es otra de las representaciones del cine español para este festival. “Con cierto aire de Eric Rohmer, pero luego llevado a su territorio. Jonás es una especie de Kiki Álvarez español. Muy fresco. Una actriz bella, tremenda, para adorar”, encomienda el artista cinematográfico.
O que arde (Lo que arde), de Oliver Laxe, es un largo de ficción privilegiado por nuestro entrevistado, quien señala que “Oliver Laxe regresa a Galicia para hablar de un pirómano. Una película hermosa. La película que todos queremos hacer”.
“Por el duelo actoral. Por las teorías de la conspiración. Por lo que tiene de realidad”, Carlos Lechuga nos incita a no dejar de ver la cinta de Fernando Meirelles, The two popes (Los dos Papas), la historia de una de las transiciones de poder más dramáticas de los últimos dos mil años, según sostiene la sinopsis de la película.
Uno de los directores que más seguidos por Lechuga es Elia Suleiman, razón por la cual nos convida a asistir a las proyecciones de It must be heaven, pues “dicen que es muy divertida. De este director no me pierdo nada. Con un gran recorrido por festivales”, nos precisa el joven exponente de la industria cinematográfica cubana.
Mati Diop, nos cuenta Carlos, es la primera directora africana en ser premiada en Cannes. En esta ocasión llega al evento latinoamericano con una “crítica social con un toque de fantasmas”, que debemos ver “para descubrir una nueva manera de contar”, expuesta en Atlantique, una pieza que será proyectada dentro de Panorama Contemporáneo Internacional.
About endlessness, de Roy Andersson, entra en el programa particular que nos ayuda a conformar Lechuga, “por la puesta en escena. La acidez. Un maestro. Hay que verla”, nos provoca. Un ejemplo de cine político es State Funeral, de Sergei Loznitsa, la cual destaca Carlos “tras My Joy, lo mejor de Loznitsa”, nos asegura el creador audiovisual.
Las recomendaciones de la mano de un especialista ya están hechas. Solo queda atar los cabos sueltos que puedan existir según las preferencias de cada sujeto que conforman los públicos. Por supuesto que no se trata de una lista restringida, ni mucho menos. La clave está en la ayuda que puede proporcionar este mapa cinematográfico para que puedas hacer tu propio cronograma del festival.