Personajes para recordar al actor cubano Rogelio Blaín
Nunca se esfumará el aplauso cerrado que el público cubano siempre regaló y regalará al actor cubano Rogelio Blaín, quien falleció este domingo a los 74 años, producto de una larga enfermedad que lo superó.
Mucho antes de ser actor, Blaín solía trabajar en una fábrica de tabacos. Desde ese entonces, ya tenía en el cuerpo el bicho de la actuación y pedía siempre que lo dejaran al frente de las lecturas de tabaquerías. También participaba en las obras de teatros que montaban para los trabajadores, donde encarnaba con una pasión impresionante los personajes.
Lo cierto es que Blaín hizo de todo: aventuras, novelas, radionovelas, obras de teatro, teleplays y películas. Por ende, no hay mejor manera de homenajearlo póstumamente que recordándolo a través de los personajes más emblemáticos que encarnó durante su pródiga vida artística.
El tiránico Lucio Contreras
Una de las novelas que más cautivó a la audiencia cubana fue Tierra Brava, dirigida por Xiomara Blanco y basada en la radio novela Medialuna de Dora Alonso.
En ella, Rogelio Blaín interpretó el personaje de Lucio Contreras, una de las actuaciones más recordadas por el público cubano. Durante más de 100 capítulos, el férreo Lucio Contreras, un hombre dictatorial pero al mismo tiempo fanatizado por su hija, mantuvo en vilo a la teleaudiencia cubana.
Un dato curioso es que, durante el rodaje, Blaín se cayó del caballo y se hizo un esguince. Poco después sufrió un infarto y por esa razón es que su personaje aparece en una silla de ruedas. A pesar de las vicisitudes que tuvo el actor, nunca quiso que nadie lo sustituyera y no abandonó por mucho tiempo el set de filmación.
En una entrevista que dio para la Revista Cubana de Radio y Televisión dijo: “Esta oportunidad significó una razón más para sentirme seguro en los afanes de ser actor”.
Antonio, en Lucía
En 1966, el director cubano, Humberto Solás, estaba buscando actores para completar el reparto de su película Lucía. Esta oportunidad le abrió muchas puertas a Blaín, quien fue seleccionado para el elenco. Así interpretó un importante rol: el de Antonio.
La escena crucial de su actuación en esta película se filmó en un bar-restaurante del Mariel, llamado el Canei. En medio de la filmación, el mismísimo Humberto Solás se apareció con una botella de ron blanco con la intención de hacer más natural la escena, cosa que sorprendió a Blaín. En entrevista dada posteriormente a Amaury Pérez, Blaín dijo que no podía pasarse de tragos porque un actor nunca debe dejar de pensar que está actuando.
Enrique de Lagardere, la primera aventura en video
Aunque siempre dijo que prefería el cine porque le abrió muchas puertas, la televisión le brindó la oportunidad de participar en disimiles espacios seriados. Uno de ellos fue Enrique de Lagardere, la primera aventura que se grabó en video. Esta producción significó para Blaín un disparo certero hacia la fama y la popularidad entre los cubanos.
Para el actor, este trabajo constituyó todo un reto, pues tuvo que hacer dos personajes en el mismo espacio: Lagardere y Esopo.
El marido celoso en Las huérfanas de la Obrapía
Esta novela cuenta la historia de cuatro jóvenes que se presentan al sorteo de La Obra Pía, donde cinco huérfanas podían ganar mil pesos para ir al matrimonio o al convento. Pero luego, se ven envueltas en juegos de amor e intrigas que dan un giro total a la historia. El personaje que interpreta Blaín en esta producción es el de esposo celoso, inmerso en un contexto que refleja la realidad de esa época.
El oficial del Ministerio del Interior en la teleserie Móvil Ocho
Triunfó en las series policiacas cubanas con su actuación en Móvil Ocho, donde encarnó el papel de un oficial-investigador del Ministerio del Interior que lograba desentrañar los más oscuros casos y al mismo tiempo estar a cargo de todo un departamento.
Son muchos los personajes interpretados de manera magistral por Rogelio Blaín. No importa cuán pequeños fueran, él los hacía relevantes con su actuación.
También puedes verlo en la novela Pasión y Prejuicio, Al compás del son; en aventuras para la televisión como El Conde de Montecristo, Papaloteros, El capitán Tormenta, y en los policiacos Julito el pescador y Día y Noche, por solo citar algunos.