Las nubes del fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini llegan a Gibara
El fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini llevó su exposición Es la esperanza hasta Gibara. Sus nubes ponen más arte a la 14 edición del Festival Internacional de Cine de Gibara (FIC Gibara 2018), que se realiza en la Villa Blanca de Holguín.
La muestra, que el propio autor define como “una exposición muy utópica, muy surrealista, una escena que no existe y a la vez existe”, es parte del proyecto La Isla aislada y se expone por segunda vez tras ser estrenada como parte de las actividades por el aniversario 498 de la fundación de La Habana.
Personajes comunes, el mar y las nubes son protagonistas de las instantáneas. “Trato siempre de acompañar la imagen con lo que sentí, con lo que me inspiró a hacerla; creo que hay una parte muy litararia dentro de la fotografía”, reveló Bianchini.
El joven fotógrafo tiene como rutina habitual salir al atardecer a caminar el malecón cámara en mano. Fue ese quizás uno de los primeros pasos en el proceso creativo de Es la esperanza.
“Me encanta la imagen de las personas que van al malecón a sentarse a mirar el horizonte, para mí es un lugar de meditación, para reactivarme, para pensar mucho, para no pensar nada. El mar tiene historias duras para nosotros, es nuestro límite, cuando caminamos hasta llegar al borde de la tierra, solo nos queda el mar”, contó sobre el significado de las fotos que ahora expone en la Plaza de la Cultura de Gibara.
El título de la muestra, que originalmente fue La Isla Aislada, se convirtió en Es la esperanza cuando el autor regaló una de las fotos a Silvio Rodríguez y este el cantautor le agradeció definiendo así la obra.
“Yo veo mucha esperanza siempre en el horizonte”, dice Gabriel, “vivimos en una constante segunda oportunidad y a veces no nos damos cuenta, eso es lo que quiere transmitir la exposición”
Mientras dure el Festival, la Villa Blanca acogerá Es la esperanza, una obra que dialoga con la arquitectura de la ciudad. “El arte en la calle es una cosa fabulosa porque le estás dando el máximo valor que puede tener un trabajo exponiéndolo para quienes está hecho”, explicó Bianchini.