La verdad sobre el «Antes y Después» de La Bodeguita del Medio
Hace unos pocos días un post en Facebook sobre La Bodeguita del Medio se ha vuelto viral en las redes sociales. Las fotos están circulando y hablan por sí solas: las paredes donde estaba las firmas fueron pintadas.
Por supuesto, los comentarios en las redes sociales, y los muros de Facebook principalmente, demuestran un sentimiento de tristeza y frustración bastante extendido entre las personas, sobre todo antiguos visitantes del lugar que dejaron su “marca” en las paredes.
Pero, ¿sabemos qué pasó realmente en La Bodeguita del Medio? ¿Por qué se pintaron las paredes tan identitarias del lugar? ¿Qué pasa con algo que es tradicional de este sitio?
VISTAR no podía quedarse al filo de la duda, y es por eso que investigamos un poco más para tener claridad sobre lo ocurrido. Aquí te dejamos lo que pudimos saber.
Haciendo historia en La Bodeguita del Medio
La Bodeguita del Medio, según testimonios de algunos vecinos, es una edificación de finales del siglo xix.
Sus inicios como local de gastronomía están en una anécdota de Ángel Martínez, cubano descendiente de españoles y propietario del lugar: algunas personas que esperaban por una reparación en la imprenta de al lado, le piden que les prepare un refrigerio.
El aroma de la cocina de la mujer de Ángel hace que quieran volver a frecuentar el sitio… y este es el comienzo de toda la historia.
Primero tuvo el nombre de La Complaciente, luego en 1942 fue comprada por la Casa Martínez, y en 1950 se oficializó su nombre actual: La Bodeguita del Medio. Ojo, 1950.
La Bodeguita rápidamente se convirtió en el lugar bohemio de los intelectuales de La Habana. Un servicio informal y una exquisita comida criolla, acompañados de la música tradicional cubana, hacían de este el lugar de referencia. Por supuesto, no podemos olvidar el popular mojito tradicional, que no surgió en La Bodeguita, pero se institucionalizó allí.
En 1960 Ángel Martínez dona La Bodeguita al gobierno de Cuba, y después de esto lamentablemente fue cerrada. Fue Nicolás Guillén, durante un viaje a Chile y la visita al presidente Allende, quien trasladó la iniciativa de volver a abrirla.
El proceso de deterioro y la reparación de La Bodeguita
Como todas las construcciones, sobre todo las antiguas, necesita repararse cada cierto tiempo. Si a esto le sumamos que es un lugar donde hay una afluencia de personas diaria bastante grande (pueden ser unas 3000 por día), el deterioro aumenta con más rapidez.
Además, no se trata de cualquier lugar, sino de un sitio dedicado a la gastronomía, lo que incluye a una cocina (o en este caso 2, porque tiene una en el piso superior) que genera más calor y suciedad lógica que se va a acumulando.
Por si fuera poco el deterioro natural que sucede con el uso constante de un lugar como La Bodeguita, hay un problema mayor: la humedad.
La antigüedad de las construcciones alrededor, y del propio local, provoca que la humedad se esté filtrando hacia los salones y oficinas de una parte de La Bodeguita del Medio. Esto implica que las paredes, e incluso los cuadros y fotos que están colgados en ellas, sufran un deterioro peligroso.
Desde el 2015 se solicitó un permiso para reparar La Bodeguita del Medio. Las malas condiciones de un lugar tan emblemático justificaban por sí solas la petición.
El proyecto de inversión llevó una serie de pasos: se escribe una carta solicitando el proceso de inversión, se aprueba el presupuesto, se busca el ejecutor, se hace el proyecto con el ejecutor, se lleva a Plan Maestro, pasa a la Comisión de Monumentos de la Oficina del Historiador, esta autoriza, vuelve a Plan Maestro, y entonces La Bodeguita recibe autorización para la reparación.
Las paredes, la tradición de las firmas y La Bodeguita
Aunque parezca algo inusual y nunca antes visto, las paredes de La Bodeguita del Medio ya han sido pintadas en otras ocasiones. Las reparaciones no siempre han sido totales, pero han ocurrido.
La primera reparación capital fue cuando se reabrió tras la iniciativa de Guillén, luego en 1985 en un Festival de Cine, y después en 1997 debido al atentado donde pusieron la bomba en el lugar.
Las paredes por supuesto están involucradas en estas reparaciones. El revestimiento de cemento (repello y fino) y la pintura sufren a causa de la persistente humedad en muchas de las paredes del lugar y es necesario repararlas y pintarlas.
La Bodeguita del Medio es identitaria del casco histórico de La Habana Vieja. Las tradiciones y valores patrimoniales del sitio confirman su valor. Incontables son las personalidades que han pasado por allí, que quedan reflejadas en un antiquísimo libro de firmas, tesoro histórico del lugar.
Además, las anécdotas que la identifican le dan mucho más valor, como es el caso del taburete que está colgado al revés en una esquina del lugar ¡cercano al techo!, o la frase “Cargue con su pesa´o”. Y no podemos dejar de mencionar sus mitos asociados a grandes personalidades como Ernest Hemingway y tantos otros que ratifican el valor cultural de La Bodeguita.
Otro de sus atractivos es la tradición de firmar las paredes, que se ve afectada cada vez que hay que reparar o pintar. Cierto es que no sucede con frecuencia, pero la pintura (siempre del mismo azul identitario, como la primera vez) tapa las firmas de los que han pasado por allí.
Pero nunca son solo firmas a tinta en las paredes…
Si te has acercado al lugar, o miras fotos de los que han pasado por allí, puedes ver que, además de las tradicionales firmas con tinta en las paredes, aparecen marcas y ralladuras que las mismas personas hacen, por ejemplo, con el tenedor.
Cuando no queda lugar dónde poner una firma, ni siquiera encima de otras porque ya no se entendería, algunos deciden hacer una marca rallando la pintura. Esto, en un lugar donde la humedad está afectando el revestimiento, hace que incluso se caiga una parte considerable del mismo. Marcas de este tipo aparecen hasta en marcos de ventanas y puertas ¡dondequiera que se pueda dejar la huella!
La tradición continúa en La Bodeguita del Medio
La buena noticia es que, aunque es inevitable la reparación, la tradición de las firmas en las paredes de La Bodeguita del Medio seguirá por siempre.
Así que si eres de los afligidos porque pintaron sobre tu marca (que probablemente ya no se pudiera identificar), eso solo te da un motivo más para poder regresar.
Eso sí, lo mejor es que después de firmar te hagas una foto con tu firma en la pared, porque sin dudas otra persona firmará sobre tu nombre cuando no encuentre dónde hacerlo, y otra, y otra, y otra…
Aprovecha el momento, pues después de esta reparación La Bodeguita del Medio está esperando solo un aviso para reabrir sus puertas. Así que cuando la pandemia lo permita ¡sé uno de los primeros en dejar tu firma después de comer en La Bodeguita!