Este podría ser el origen del «Unicornio azul» de Silvio Rodríguez
En 1982 el cantautor cubano Silvio Rodríguez lanzó su quinto álbum de estudio. Con canciones como «La maza», «Por quien merece amor» y «Pioneros», el repertorio de Unicornio llegó cargado de melodías románticas, de revolución y de protesta. De ellas, una se convirtió en una de las composiciones más populares del trovador, recibiendo más de una interpretación.
«Mi unicornio azul ayer se me perdió
Pastando lo dejé y desapareció
Cualquier información bien la voy a pagar
Las flores que dejó no me han querido hablar».
Estos versos han resonado en los oídos de varias generaciones de cubanos. «Unicornio azul» fue recibida como una canción para la pérdida, para el desamor, e incluso para la búsqueda incesante de la inspiración. Tantas historias se entretejieron (y se continúan creando) en torno a ese misterioso ser, que en la presentación del disco su autor se pronunció respecto al tema.
«Todo empezó por un amigo muy querido que tuve, un salvadoreño llamado Roque Dalton, quien además de haber sido un magnífico poeta fue un gran revolucionario, compromiso que le hizo perder la vida cuando era combatiente clandestino. [Juan José Dalton, hijo de Roque] me contó que allá, en las montañas de El Salvador, andando con la aguerrida tropa de los humildes, trotaba un caballito azul con un cuerno«.
Encuentro entre dos intelectuales
En 2016, la cadena BBC publicó fragmentos de una entrevista al cantautor, quien expresó: «Conocí a Roque, a su esposa y a sus tres hijos a finales de los años 60. A veces visité su apartamento en la calle J, en El Vedado».
El exponente de la Nueva Trova cubana mantuvo una relación de amistad con el poeta, ensayista, escritor, periodista y guerrillero salvadoreño. Tras sufrir múltiples detenciones en su país natal, el artista se refugió en Cuba, donde vivió muy cerca de Casa de las Américas, en pleno epicentro de La Habana postrevolucionaria. Ese fue quizás el período más fecundo de su vida artística.
En 1973 decidió regresar a El Salvador, y en medio de las divisiones del movimiento guerrillero «tuvo la mala suerte de meterse con un grupo que no se alineaba a su pensar», según afirmó Javier Espinoza, autor del libro Quién mató a Roque Dalton. Aunque aún no se sabe a ciencia cierta cómo se produjo su asesinato, se sabe que ocurrió algunas semanas después de ser detenido bajo la acusación de trabajar como agente encubierto de la CIA.
Quizás nunca conozcamos en qué estaba pensando Silvio cuando compuso «Unicornio Azul». Lo que sí sabemos con seguridad es que su relación con Dalton tuvo una influencia importante en su creación artística, como ocurrió también con otros intelectuales latinoamericanos de la época.