Descubre todas las producciones cubanas en el 41 Festival de Cine de La Habana
Cuando el pasado noviembre se divulgó la Selección Oficial de las piezas dentro del concurso y fuera de este, para las muestras del venidero Festival de Cine de La Habana, el desconcierto se apoderó de los seguidores del arte cinematográfico cubano.
En el concurso de largometrajes de ficción solo se encuentra Buscando a Casal, del director antillano Jorge Luis Sánchez González. Un filme que muestra cómo el poeta de nacionalidad cubana, Julián del Casal, del siglo XIX, “se atreve a enfrentar al más alto poder de la Isla, publicando un irónico artículo acerca del Capitán General. La reacción de este no se hace esperar; pero Casal, termina defendiendo, hasta las últimas consecuencias, su opción de libertad”, según expone la sinopsis de la película.
La cinta fue la única escogida para competir, dentro de la decena de títulos cubanos que se presentaran ante la convocatoria. Una cifra incomparable con las producciones anuales de las potencias cinematográficas latinoamericanas de Argentina, Brasil, Chile o México.
Pero en la edición 41 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano lo autóctono, lo cubano y Cuba, crece por lares cinematográficos dispersos orgánicamente en la curaduría del programa del evento.
En los cortometrajes de ficción compiten por el Coral de La Habana, Flying Pigeon, de Daniel Santoyo Hernández; Generación, codirigido por Carlos Lechuga y Marcos A. Castillo; Alberto, de Raúl Prado Rodríguez; Dos veteranos, de Eduardo del Llano Rodríguez y Fin, de Yimit Ramírez; en una mezcla de cubanos de mayor y menor experiencia, con una variedad temática tan diversa como ellos mismos, que discursan entre la política, emigración, la familia, el tiempo y el hombre, la muerte, por dilucidar un eje que para nada es una camisa de fuerza.
Dentro del concurso de directores noveles se proyectará la ópera prima del cubano Armando Capó Ramos con Agosto, una coproducción entre Cuba, Costa Rica, Francia. Un film de ficción que muestra el verano inolvidable que fue para los cubanos el de 1994, y el mundo del personaje Carlos al sufrir un giro irrevocable, como tantos cubanos y seres del mundo que pueden andar por ahí.
Entre los documentales largos, podremos ver la producción entre Cuba y Brasil: Santiago de las Américas o el ojo del tercer mundo, de Silvio Tendler, un acercamiento a la escena y cultura política cubana desde la obra de nuestro Santiago Álvarez, en pleno centenario de su natalicio.
Brouwer, el origen de la sombra, de Katherine T. Gavilán y Lisandra López Fabé, documental premiado en la edición 18 de la Muestra de Jóvenes Realizadores y que se inserta en el espacio de creación de Leo Brouwer, uno de los más importantes compositores cubanos, desde la agudeza de su verbo y su visión del mundo a sus ochenta años de vida.
Órgano, Rosa María Rodríguez Pupo, es otra de las piezas que muestran la historia real y sui géneris detrás del instrumento musical en un remoto pueblo de la isla caribeña junto a su relación con una particular familia. Mientras, Retrato de un artista siempre adolescente, de Manuel Herrera, edifica la narración documental que partiendo de la vida del reconocido cineasta cubano Julio García Espinosa, atraviesa contradicciones, enfrentamientos inevitables en la relación entre funcionarios y artistas cubanos.
Los cortos documentales realizados por cubanos, presentes en la competición de la edición 41 del festival, están representados por: En busca de un espacio, de Marilyn Solaya Borrego; Rumbatá, de Isabel Santos y Marea, Vania Quevedo; en un segmento dominado por artistas audiovisuales de la Mayor de Las Antillas.
El Pez luna, de Amed A. Bueno, es la única obra totalmente cubana que compite en el segmento de Animación, con una temática tan fantástica como la propia técnica audiovisual. Compartiendo crédito con Venezuela, se presenta Misión H2O, de Álvaro Frank Cáceres, en una categoría dominada numéricamente por Brasil y Argentina, en ese orden.
Esparcidas por proyecciones sin presión de concurso, el público podrá acercarse al cine hecho por cubanos y/o en coproducción con algunos países amigos. En estos casos se encuentran las cintas Habana Selfies, de Arturo Santana Vilá y la colaboración cubano-mexicana La espuma de los días, de Fernando Timossi.
La sección “La hora del corto”, presentará 4:30 María, de Yoel Ortega, con la franquicia cubano-canadiense y El secadero, de José Luis Aparicio Ferrera. Dentro de “Memoria”, las salas programan: De Chávez. Memorias de una Revolución sui géneris, de Luis Manuel Acevedo Fals y Gracias por el miedo, de Rigoberto Senarega.
“En sociedad”, es una unidad que promete desde Cuba la Lista quinta, de Giselle García Castro. Mientras “Mujeres ante la cámara”, seleccionó Mujeres…resiliencia, derechos a la vida, de Lizette Vila e Ingrid León Vila, para representar a Cuba.
Los documentales Dónde vas tú, de Orelvys Ramón Fraga; Leonardo Padura, una historia escuálida y conmovedora, de Nayare Menoyo Florían y Los perros, las piedras, la revolución, de Carlos Yosbanis Rodríguez, son las obras escogidas para la muestra “Cultura” que comunican una parte de la realidad cubana.
El acápite “Filmado en Cuba” traerá a los salones cinematográficos obras con coauspicio extranjero como Havana Kyrie, de Paolo Consorti y Los océanos son los verdaderos continentes, de Tommaso Santambrogio, ambos surgidos de la unión entre Cuba e Italia.
Marcando la “Vanguardia” del cine cubano, tendremos Home, de Alejandro Alonso y Las campañas de invierno, Rafael Ramírez Pupo, producida entre Cuba, Venezuela y México.
Por su parte el “Homenaje al 60 Aniversario del ICAIC”, exhibirá Evocación, de Lourdes Prieto y Retrato de un artista siempre adolescente, de Manuel Herrera. Mientras el “Homenaje al centenario de Santiago Álvarez” estará marcado por la presentación de Santiago de las Américas o el ojo del tercer mundo, de Silvio Tendler, una fraternidad entre Brasil y la Isla.
El momento para apreciar “Clásicos restaurados”, permitirá el disfrute de los clásicos: El arte del tabaco, de Tomás Gutiérrez Alea y La muerte de un burócrata, del propio autor, uno de los hombres y nombres más grandes del cine cubano.
Una “Presentación Especial”, tendrá lugar cuando se muestre el documental Natalia, de Ernesto Daranas, una colaboración entre organizaciones cubanas y españolas, dedicada a la intelectual Natalia Bolívar. Dentro del mismo epígrafe se proyectará Río negro (1977), de Manuel Pérez Paredes, Coral de Honor de la presente versión del Festival de Cine de La Habana.
Un festival que por estar hecho en Cuba, adquiere sin quererlo (o sí), el matiz de cine del borde, con la diversidad, alteridad y multiculturalidad como banderas. Un evento que renace cada diciembre como vaso comunicante entre La Habana y el mundo.