El cineasta James Ivory habla sobre su carrera en Cuba
El cineasta estadounidense James Ivory hizo una parada en el Hotel Nacional de Cuba para conversar sobre su recorrido en la industria cinematográfica, como invitado especial de la edición 39 del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Influenciado por la arquitectura, la literatura y la plástica, afirma haber sido descubierto como buen pintor a los seis años en la escuela católica donde estudiaba, y fue ese el momento inicial de su interés por las artes.
Nominado por A room with view a ocho premios Oscar, en cuanto a la elección del elenco para sus películas opina que “no es bueno pensar en un actor específico, porque existe la posibilidad de que no se encuentre disponible, no le agrade el papel o esté inmerso en otro proyecto. Han sido raras las ocasiones en que hemos escrito papeles para alguien en especial”.
“Muy pocas veces ensayamos porque no siempre tenemos a los actores en el mismo lugar, pero ellos se preparan muy bien. No saben solo lo que uno como director desea lograr, sino también lo que ellos mismos quieren”.
Ivory le ha dedicado parte de su obra a importantes personalidades y tal es el caso del pintor Pablo Picasso y el presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson. Sobre este último filmó Jefferson in Paris, incursionando, a la vez, en el cine histórico.
Asimismo, ha contado con relevantes figuras dentro del equipo de trabajo que le rodea: “tuve mucha suerte de trabajar con muy buenos compositores en la mayoría de mis películas, como Richard Robbins. La música a veces la elegíamos incluso antes de filmar”.
La carrera de este cineasta, aunque extensa, no ha llegado a su fin: “estoy muy interesado en hacer una adaptación de la obra de Shakespeare, Ricardo II, pero es muy difícil conseguir el financiamiento tanto en Estados Unidos como en Inglaterra. Es un proyecto al que le hemos dedicado mucho tiempo”.