Alina Rodríguez, por siempre Carmela
El pasado 27 de julio se cumplieron cinco años de la muerte de la actriz cubana Alina Rodríguez. Uno de sus últimos papeles en el cine, como la maestra de primaria Carmela en el filme cubano del director Ernesto Daranas, Conducta, la inmortalizaría para siempre. Sin embargo son muchos otros los logros que en la televisión, el teatro y el cine.
Nacida en Camagüey, fue criada en La Habana. Estudió Anatomía, y su vocación de actriz le vino después, cuando sin mucha experiencia previa aprobó los exámenes del Instituto Superior de Arte.
Muchos la recuerdan por su protagónico en el filme Maria Antonia, de Sergio Giral, que la consagró como una de las artistas cubanas más queridas y populares. En el teatro trabajó en memorables obras como Contigo pan y cebolla, de Héctor Quintero, o con Adolfo Llauradó en En el parque, del ruso Alexander Guelman. Su papel en la novela Tierra Brava como Justa la convertirían en paradigma de la televisión cubana.
«No tengo nada en específico que desee, no tengo un personaje, pero sí me interesan los roles que dicen cosas, que tienen algo que decir interesante, que hagan reflexionar a la gente, que los mueva, que sea un personaje bueno y un guion bueno, algo que no siempre ocurre, siempre no nos toca», expresó a la prensa.
Alina Rodríguez además impartía clases de actuación y dirigió a profesionales y aficionados en disímiles proyectos. Por su papel como Carmela, recibió el premio de Actriz en El Havana Film Festival de New York en 2014.