Fito Páez sin repertorio definido para su concierto en Gibara (+ Entrevista)
Fito Páez me dice que no puede creer haber venido tantas veces Cuba durante los últimos 30 años y no haber estado en Gibara antes. “No me lo voy a perdonar nunca”, y siento que está siendo sincero. Al mismo tiempo no puede evitar sonreir relajado, está en esta Isla de nuevo y se le nota en los ojos que está feliz.
En Gibara ha venido a encontrarse con sus amigos: habla de Pichy y Pancho Céspedes como lo hace un adolescente entusiasmado sobre sus compañeros de aventura.
Llegó hace dos días y desde que entró en la Villa Blanca de Holguín camina por sus calles como uno más; se confunde entre los gibareños con su pelo alocado, sus gafas y su ademán simpático. Saluda a todos, se mezcla con la gente y actúa como un viejo amigo.
Intercambiamos algunas ideas en cada encuentro. Le doy la mano porque no quiero ser informal, y él me lanza un beso con la mayor naturalidad y me desarma.
Le robamos media hora en la tarde, sentados en el lobby del Hotel Ordoño conversamos en un sofá. Lo conozco por sus canciones, y la conversación sabe simplemente a reencuentro, un reencuentro con un amigo.
¿Qué crees de FIC Gibara?
Es una iniciativa muy importante. Pichy lo está haciendo como los dioses, hay una programación increíble y está abierto a otras artes. Es una nueva situación cultural en el continente.
¿Qué te parece el pueblo de Gibara?
Llegué ayer y se nota una vibra hermosa en la calle. Anoche en la Plaza cuando tocó Pancho Céspedes, sentí una vibra linda, de un festival relajado. Volvería a Gibara a quedarme un rato largo.
¿Cuáles son tus dos canciones favoritas?
Es un capricho porque te diré las que me vengan ahora a la cabeza y a lo mejor no son las favoritas, y es muy injusto con las demás. Es difícil, pero te pondría, por probar alguna, Por probar el vino y el agua salada, de Charly García, de La máquina de hacer pájaros, un disco grabado en el año 76, precioso; y Los libros de la buena memoria, de Invisible.
¿Cuándo podremos disfrutar de tu póxima película?
Ahora estoy escribiendo una, y tengo otra escrita que es más difícil realizar porque es muy grande y necesita mucho tiempo. Así que me escribí esta, que es más de cámara, para poder filmarla con un poco de suerte para finales de 2019.
¿Qué estarás tocando en el concierto del sábado?
Cuando tienes la posibilidad de tocar el piano solo, es una situación de mucha libertad porque vas armando tu repertorio mientras vas tocando. Me pasa incluso cuando son conciertos formales en teatros o lugares así, impoviso la lista ahí también, es una sitación muy linda.
Un mensaje al cine cubano…
Nadie nos prometió un jardín de rosas y el cine es una empresa dificilísima, compleja. Entonces te diría que casi no admite la queja la realización.
Hay dificultades de toda índole cuando uno monta una película, e incluso en algunos casos son autoboicots que uno se hace para no realizarla… Le diría que tengan fuerza y voluntad, y que esa historia que estén contando refleje lo que ellos quieren contar del mundo. El cine es un instrumento muy noble y ha logrado hacernos sentir cosas hermosas, desde terror, miedo, angustia, risas… es una máquina de sensaciones y pasiones. Así que ¡a la cancha, a luchar!