El Salvador del Callejón de Hamel (+Entrevista)
En el barrio de Cayo Hueso, en pleno Centro Habana, existe un proyecto artístico que tiene como premisa las raíces culturales cubanas. Salvador, un camagüeyano radicado hace años en el sitio, es el responsable de haber convertido al Callejón de Hamel en un espacio interactivo para el arte.
A comienzos del siglo XX Fernando Belleau Hamel, un franco-alemán residente en el país, le compró el terreno a un español y el lugar se fue llenando de pequeños comercios. Casi un siglo después, Salvador se muda a este barrio y comienza a decorar sus fachadas con grandes murales hasta transformarlo en el Callejón de Hamel que conocemos hoy.
«Hamel se ha convertido en un espacio interactivo para el arte y la cultura, sin límites para los creadores, lo mismo hay rumba que hay rock, reggaetón, jazz».
El callejón es un espejo de la diversidad de cultos africanos que son parte de las tradiciones cubanas, integra con perfecta armonía lo Yoruba, lo Palo Monte y lo Abakuá. Las obras de Salvador están basadas en su respeto y conocimiento de estos temas, aunque en sus comienzos fuese un poco desplazado de la escena de la plástica por sus creencias religiosas.
“Yo soy miembro de algo más poderoso que cualquier organización, que se llama cubanía. Yo pertenezco a ese sector de la identidad, de la cultura. Y mi puesto, mi figura, mi nombre, van a radicar siempre en este país, porque en este país me muero”.
El propio Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin, cuando vino a Cuba, fue hasta El Callejón y se hizo una foto con Salvador. Esta calle se mantiene llena de gente y es una visita obligada para muchos turistas.